Me dio mucho gusto darme la oportunidad de convivir con mi familia estas vacaciones, en unas horas aprendí bastante de esas personas mayores, pero algo que conservaré es la alegría de recordar los momentos compartidos juntos.
Escuchar a cada uno relatar sus experiencias de cuando eran pequeños, reírse de cosas tontas o chuzcas que han hecho o les han pasado y de cómo afrontaron las diversas situaciones de vida. Compartir.
Busca momentos para compartir con tu familia y atesora bonitos recuerdos que cuando seas más adulto te hagan reír principalmente de cosas sencillas.
