Tener un proyecto de vida es prevenir, es planear es reconocer lo que queremos y necesitamos, es ahorrarnos el abandono escolar por un embarazo no deseado, por una decisión mal tomada, es ahorrarnos el sufrimiento de caer en una adicción a cualquier droga o en una enfermedad.
Tener un proyecto de vida es esforzarnos por diariamente practicar hábitos que nos ayuden a alcanzar nuestras metas previamente planteadas, por ejemplo si yo quiero estudiar en un futuro medicina, revisar si tengo ya desarrollado el hábito de la responsabilidad, del estudio y reforzarlos cada día con alguna acción.
Tener un proyecto de vida es tomarle sentido a lo que hacemos incluso en circunstancias difíciles, porque ese proyecto nos alienta.